miércoles, 18 de noviembre de 2015

3ºB, La clase de Carol

Esta clase la forman 20 niños, distribuidos en mesas de 4, hay la misma cantidad de niños que de niñas. La autonomía en esta edad es mayor que en 1º y 2º. Me doy cuenta del silencio voluntario que existe. Todavía olvidan responsabilidades, por eso se utiliza la agenda para apuntar lo que deben hacer.
Aún tienen momentos de distracción y algún niño más inquieto o hablador que otros. Las paredes se decoran con los trabajos y murales que los niños van haciendo, ya de una forma menos infantil y más seria.
El aprendizaje no es tan guiado como en los cursos inferiores, se hace por descubrimiento. No hace falta llamar la atención continuamente, ellos son más maduros.
Hay un encargado al día que puede elegir un ayudante para cumplir con sus funciones.
Cuando terminamos un ejercicio no nos aceleramos, mantenemos el silencio y nos quedamos en nuestro sitio.
Trabajo en clase con ganas porque soy consciente de que lo que no termine aquí serán deberes para casa.
Somos maduros, si, pero menos sinceros que los más pequeños, por eso me cuesta más reconocer mis errores, aunque sigo estando orgullosos de los pequeños logros.
En este aula se utiliza un sistema de negativos y positivos, dependiendo de la actitud y la participación.

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